viernes, 24 de septiembre de 2010

La Valentia

La valentía es un valor a desarrollar, un valor de los que si tuviera que elegir que fueran unidos a un proceso de coaching, estaría en el pódium. La valentía va unida a una prueba a superar. Un contraste que suponga un esfuerzo, una elección entre cobardia y valentia . Estas dos van juntas de la mano, es cuestión de actitud pasiva o activa, en qué lado de la moneda enfocamos. Cómo casi todas las cosas de la vida a mayor practica menor esfuerzo requiere en sucesivas ocasiones, la valentía no es una excepción. Caminar hacía la valentía es dar un paso en el vacio , para descubrir que el abismo no es tan abismo . Al hablar de valentía hay que puntualizar, que esta no es sinónimo de que con su mera presencia se logre lo que uno quiere, lo que si da es que enciende la mecha dónde uno se despoja de la parálisis que impide dar ese paso, que abrirá esas puertas de la cárcel psicológica del miedo y su leal concubina la cobardía.

He aquí la cuestión si bien es posible que no se consiga lo que uno quiere , la valentía viene acompañada de no menos sustanciosos premios .En primer lugar se descubre que la tan aclamada seguridad es una falacia , una ilusión óptica que no tiene lugar en el ser humano , en su lugar se descubre que lo que hay son múltiples caminos desconocidos, el fuego interior despierta y disfruta como cuando de niño abría los presentes, ante la sorpresa de lo desconocido ,de la incertidumbre de la vida , más allá de lo que haya en su interior. Esa es la mágia de la valentía, nos adentra en un mundo desconocido con la visión de un niño que disfruta del presente, viendo con ojos nuevos cada situación de la vida, sin por ello dejar de tener los pies en la tierra y reconocer la dificultad que pudiese tener la situación.

Como coach, lo apasionante de esto es hacerle al coache de espejo claro , donde pueda verse reflejado , para así afrontar los retos que la maestra vida pone a diario, no desde la compulsión de ir deseo tras deseo buscando completarse a través de ellos , sino desde la clara y honesta comprensión de quien sabe que ya lo tiene todo en sí y a través de los retos manifiesta lo que ya tiene, identifica lo que le frena, lo que le impulsa , para de esta forma recuperar las fuerzas latentes que se hallan a la espera de ser re-activadas . Sólo hay una forma de saberlo como decía el genial Antonio Machado, caminante no hay camino se hace camino al andar.

Un excitante camino, dónde tanto coach como coachee , descubren la aventura, el riesgo , la valentía que implica y exige vivir .

Jordi Torres .c