jueves, 11 de noviembre de 2010

EXPECTATIVAS EN LAS RELACIONES


Las expectativas o lo que creemos que va a suceder , para hablar de ellas antes siento que he de decir que van unidas a la mente y que esta está formada por un conglomerado de elementos que están en desorden.

Desde este desorden configuramos un mapa para estar en el mundo, un mundo en el que nos interrelacionamos con el entorno, con otras personas, con otros mapas, otras formas de estar en el mundo.

Aquí es donde empieza lo que llamo la ensalada de las expectativas. Es difícil no tener expectativas, la cuestión no es tenerlas o no , sino desconocer que existen y menos aún no saber manejarlas ,van hermanadas de las creencias , confundiendo a la gran mayoría entre lo que sienten, lo que creen que es real ,lo que quieren ,lo que debería ser y lo que es.

Esto es vital descubrirlo para evitar sufrimientos enquistados, malentendidos por comunicación ineficaz, ataques de ira incontrolados , sensación de que el mundo es injusto o malvado , falta de estabilidad emocional , sensación de confusión ante lo que se quiere , etc …

Cuantas veces sucede que relaciones de pareja, amistad, padres, hijos , compañeros de trabajo , etc.. se enturbian por no adecuar las expectativas .

Si no se sabe qué es lo que se quiere de una relación y que y hasta donde se está dispuesto a poner en la relación, para que se pone y que es lo que se espera y no espera del otro , sin esta toma de conciencia, en cuanto se produzca el inevitable y enriquecedor contacto con el mundo del otro ,sentiremos desazón, incomprensión ,una ausencia total de responsabilidad, los roles de víctima , acusador o culpable surgirán como surgen las malas yerbas de un terreno sin trabajar.

El contacto con el otro, con sus expectativas y visión del mundo será visto como un problema, un conflicto inevitable, algo de lo que hay que huir, o un mal inevitable que va implícito en las relaciones, algo que ocurre como “normal” aunque el lugar desde donde se hará esta afirmación será desde una forma mecánica de funcionar o ignorancia, no desde la comprensión.

Desde esta falta de conciencia la relación con uno mismo y los demás se verá dañada, las expectativas estarán descontroladas, es cuestión de tiempo que lo que se siente por las personas queridas, o el resto del mundo y lo que esperamos o creemos que son salte por los aires momentáneamente o de forma definitiva tras un conflicto.

¿Qué es lo que quieres? ¿Qué esperas de esta relación? ¿Qué situaciones son intolerables para ti?¿Cómo actúas cuando sucede?¿Quién es el responsable?¿Qué es lo correcto para ti? ¿Cuáles son las consecuencias de que si ocurre X? ¿Desde cuándo piensas, sientes, actúas así? ¿Cuáles son los valores principales en tu vida?

En un proceso de coaching estas son algunas de las preguntas que se pueden formular para aunque sigamos pensando lo mismo, seamos responsables de todo lo que ocurre , podamos elegir con la libertad que sólo procede de la toma de conciencia y comprensión, para de esta de esta forma nuestras expectativas estén en sintonía con lo que somos , con nuestros valores, respetando así nuestro proceso y el de los otros , manteniendo unas relaciones genuinas sin añadir ni quitar nada a la experiencia tal y como es.

Jordi Torres .c

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