viernes, 28 de octubre de 2011

¿Es para mi el Coaching?








Esteban J Larreta







Llega el verano y como tal una época de cambio; cambio de nuestras rutinas habituales; cambio de hábitos, de horarios, de lugares de residencia, de actividades, etc.

Y de un tiempo a esta parte, un largo tiempo, veo que está siendo una época de reflexiones, de dudas, de diálogos internos.

El tener más tiempo para nosotros mismos, a menudo nos hace darnos cuenta de que en el día a día tendemos a dejarnos de lado, a no prestarnos atención y sobre todo a no conocernos lo suficiente.

Y son muchas las preguntas, consultas y cuestiones que me llegan en estas fechas con respecto al coaching; sobre si es o no es realmente el coaching indicado para todas las personas; así que dándole un par de vueltas a este asunto he querido hacer una breve relación de preguntas muy sencillas; a las que cada uno habrá de responder desde la sinceridad, responsabilidad y compromiso para consigo mismo, en aras de saber si el Coaching es para él una opción, y si lo es en este momento o no.

Vaya por delante que creo todas las personas pueden beneficiarse del Coaching, pero siempre y cuando se den como mínimo estas dos premisas, sin las cuales será imposible que ninguna persona tenga un acercamiento provechoso al coaching:

  1. Ha de estar comprometido para consigo mismo de una manera libre y consciente; para con su desarrollo.
  2. Ha de estar dispuesto a cambiar.
Dado que cada persona es un mundo; y sus circunstancias son propias; individuales y cambiantes aquí van una serie de preguntas que entiendo pueden ayudar a valorar la idoneidad o no de contratar a un Coach.

  • ¿QUIERO [es diferente a TENGO QUE] CAMBIAR? Querer implica compromiso y responsabilidad interna. Tener implica obligatoriedad y a menudo presión-condicionantes externos
  • ¿Soy consciente; me doy cuenta de que mi situación actual, presente [personal; vital; profesional, etc.] no es la situación en la que quisiera estar?
  • ¿Estoy invirtiendo los recursos necesarios para con mi desarrollo[Tiempo, medios, planificación]
  • ¿Estoy en la mejor de las disposiciones [humildad, sacrificio, voluntad de aprendizaje] para hacer frente a los cambios necesarios para lograr mis cambios?
  • ¿Estás siendo Coherente con tu forma de Pensar – Actuar?
  • ¿Deseo pararme a reflexionar y realizar los cambios necesarios para lograr aquello que me proponga, sea en el ámbito que sea?
  • ¿Soy consciente de que únicamente reconociendo mis limitaciones y mis puntos débiles; podré trabajar sobre la manera de corregirlos y reforzarlos?
  • ¿Habiéndote informado y recabado información sobre el Coaching; crees es una herramienta apropiada para ti?
Cada uno habremos respondido a estas preguntas de una manera u otra; así que…manos a la obra.

Yo no estoy ni soy quien para dar consejos a nadie, cada uno ha de responsabilizarse de sí mismo y de su cambio.

Si que os animo a pasar a la acción.

¿Y tú; crees que el Coaching puede resultarte útil?

jueves, 27 de octubre de 2011

¿Vas a acabar siendo fuerte?


Nick Vujicic - ¿Vas a acabar siendo fuerte?

miércoles, 26 de octubre de 2011

ESPECIALIDAD DE COACHING EJECUTIVO

miercoles, 9 de noviembre de 2011

ESPECIALIDAD DE COACHING EJECUTIVO
 

Carga horaria: 128 horas


Más información: http://www.intercoachingschool.com/certificacion-ejecutivo.html

lunes, 24 de octubre de 2011

¿CÓMO SURGEN LAS CREENCIAS LIMITADORAS?



Emma García

A menudo encontramos miles de razones para jutificar porqué no conseguimos nuestros sueños. La mayoría de las veces estas justificaciones son del tipo “es imposible de lograr para una persona como yo”, “necesitaría tener contactos para conseguirlo”, “no soy los bastante inteligente o no estoy suficientemente preparado/a para un reto así”, “¿quién va a confiar en alguién como yo?”, “la mayoría de la gente que lo intenta fracasa”, “yo no soy mejor que nadie”, etc… En definitiva o no es posible, o no valgo para ello, o no lo merezco. ¿Te suena?
Estos son los mensajes con los que nos hablamos a nosotros mismos/as, y lo más escandaloso es que ¡nos empeñamos en tener razón! Pero ¿de dónde vienen esos mensajes tan negativos? y ¿por qué le hacemos caso a esa voz pesimista? Muchos de estos mensajes han quedado grabados en nuestro sistema de creencias a un nivel inconsciente, porque algún día alguién nos dijo algo semejante y quizás tuvo razón.  Mensajes del tipo: “no vales para dibujar”, “la danza no es lo tuyo”, “aplícate y deja de inventar historias”, “el deporte es solo para super hombres”, o ”no corras que te vas a caer” nos vienen a decir que no somos suficiente o que no somos capaces y anulan nuestra creatividad. Seguramente aquél acontecimiento nos marcó y ello provocó una merma en nuestra autoestima. Entonces dejamos de intentarlo y nos creímos incapaces de conseguirlo. Esto lo trasladamos al resto de facetas de nuestra vida y a lo largo de ella.
Verdaderamente si tratáramos al resto de personas como a veces nos tratamos a nosotros/as mismos/as no tendríamos ningún amigo/a. Lo curioso es que aunque hoy por hoy recibamos todo el apoyo necesario para perseguir nuestras metas seguimos dejando que esas voces nos dominen.  Y ¿cómo pararlas? Bien, lo primero que hay que hacer para anular a ese contrincante interno es identificar el mensaje y diferenciarlo de nuestro pensamiento. Es decir, cada vez que una voz interior te dice algo en contra tuya párate y cuestiónatelo. ¿Es cierto que no valgo para este proyecto?, ¿podría hacer algo para estar mejor preparado/a y así lograrlo?, ¿qué es lo que yo puedo ofrecer?, ¿qué ayuda necesito?
El segundo paso consiste en transformar ese mensaje en palabras de ánimo, conviértete en tu mejor hincha. Dirígite a tí mismo/a cada día con tus mejores deseos. Para ello enfócate en lo que quieres y no en lo que temes. Cualquier situación de cambio provoca miedos e inseguridades, no te quedes ahí, busca el beneficio que vas obtener en lo que te propones, visualízalo y verás que entonces se ponen en marcha fuerzas inimaginables con las que nunca imaginaste que podías contar. Confía en tí mismo/a y resalta tus logros, no los fracasos. Al principio cuesta esfuerzo, pero no te desanimes, sigue intentándolo, el éxito es cuestión de práctica. Quizás las primeras veces te cueste creer lo que te dices, pero con el tiempo verás el gran poder que ejercen las palabras. ¿Te animas a animarte?